Desde que se descubrieron, los microorganismos han fascinado a los científicos por su gran diversidad y presencia en infinidad de ecosistemas. De entre ellos la microbiota intestinal está de especial actualidad, pues su desequilibrio podría estar relacionado con numerosos problemas relacionados a la salud. Sin embargo, el mundo de los microorganismos también es fuente de aplicaciones benéficas que se conocen desde hace miles de años, como los alimentos fermentados.
Mucho más reciente es la familia de los bióticos, que ha dado lugar a una gran cantidad de investigaciones científicas con el fin de comprender sus beneficios. Además, hace poco que se ha consensuado la definición de un miembro de esta familia: los postbióticos. Entonces, ciencia y postbióticos: ¿en qué punto nos encontramos realmente?
Postbióticos : Una categoría ya conocida
Contrariamente a lo que podría pensarse, los postbióticos no son una categoría nueva. Aunque hasta ahora no se conocían con este nombre, los productos de fermentación con bacterias inanimadas existen desde hace más de un siglo. Pongamos el caso de Adare Biome. Nuestros ingredientes fueron ideados a principios del siglo XX por un médico francés, el Dr. Pierre Boucard, que desarrolló una especialidad farmacéutica a la que llamó Lactéol®. El doctor descubrió por aquel entonces que los productos a base de microorganismos no vivos podían tener efectos benéficos en trastornos digestivos como la diarrea.
Desde su creación, se han llevado a cabo estudios sobre estos productos para medir y comprender sus efectos en la salud. Así pues, la investigación sobre los postbióticos no es algo nuevo para la comunidad científica.
Ciencia y postbióticos: un tema de investigación actual
En los últimos años ha crecido el interés por los ingredientes “postbióticos”. Este interés por los postbióticos se ve reflejado en el aumento de las publicaciones científicas que mencionan el término:15 publicaciones en 2018 frente a 95 en 20201.
Se ha visto que los microorganismos no vivos ofrecen mayor estabilidad y practicidad al incorporarlos en diversos productos. Es por esto que los postbióticos tienen muchas aplicaciones en el mercado de los alimentos y los complementos alimenticios. Además, el vínculo entre ciencia y postbióticos está probado: la comunidad científica ha demostrado la eficacia de esta categoría de ingredientes, sobre todo en los ámbitos de la salud digestiva y la inmunidad.
A pesar de que lleva estudiándose mucho tiempo, la comunidad científica ha tardado más de un siglo en ponerse de acuerdo sobre el concepto de postbiótico para darle un nombre y definirlo con mayor precisión.
En 2021 se produjo un gran avance: la ISAPP (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics) publicó un consenso sobre la definición de postbióticos.
Un postbiótico se define ahora como “una preparación de microorganismos inanimados y/o sus componentes que confieren un beneficio para la salud del huésped«.La comunidad científica también ha establecido criterios para los preparados a base de postbióticos.
Aunque los postbióticos están ahora de moda, nosotros podemos decir que somos los pioneros, ya que nuestro descubrimiento se remonta al siglo XX. Nuestros productos se componen de nuestro medicamento original, Lactéol®, así como dos ingredientes LBiome™ para aplicaciones en humanos y animales de compañía y LBiotix™ para animales de granja.
Saber más sobre nuestra historia
Un brillante futuro por delante
A pesar de la creciente popularidad, el campo de los postbióticos está aún por explorar si lo comparamos con el de los probióticos. Los postbióticos tienen mucho futuro por delante y la reciente definición brinda a los científicos la oportunidad de profundizar sobre el tema.
Para que los postbióticos pasen a formar parte del conocimiento colectivo, también es necesario explicar en qué consisten. Por eso hemos creado la página web «About postbiotics», que tiene un objetivo de divulgación y se dirige tanto al público en general como a los profesionales de la salud.
Cabe recordar, no obstante, que los hallazgos sobre la microbiota son recientes. Por ejemplo, el genoma de la microbiota se descifró hace tan solo diez años[1]. Ahora que la microbiota está cobrando protagonismo en el ámbito de la nutrición, se abren interesantes perspectivas para el vínculo entre ciencia y los postbióticos.
[1] Publicación “Our other genome”, 2010, publicada en Nature